Novak Djokovic sigue metiendo presión a Nadal, al clasificar a su sexta final de París
Busca regresar al número uno del mundo.
El serbio Novak Djokovic no está dispuesto a ceder sin pelea el número 1 del mundo al final de la temporada y, al clasificarse para su sexta final del Másters 1.000 de París tras derrotar al búlgaro Grigor Dimitrov, 7-6(5) y 6-4 en 1 hora y 38 minutos, mantuvo la presión sobre el español.
Para mantener opciones de recuperar el trono del tenis mundial durante las Finales ATP de Londres el serbio necesitaba meterse en la final parisina, en la que jugará contra Nadal o el canadiense Denis Shapovalov.
Djokovic, que con cuatro títulos en París es el tenista que más veces ha ganado el torneo bajo techo de la capital francesa, disputará su sexta final de una temporada en la que ha ganado cuatro títulos y la 50 en un Másters 1.000 en toda su carrera, en busca de su título número 34.
Fue una clasificación trabajada contra un rival que venía desplegando uno de los juegos de más calidad de la semana a orillas del Sena y que había derrotado a dos cabezas de serie, el belga David Goffin y el austríaco Dominic Thiem.
Pero Djokovic ha recuperado su mejor versión, tras un inicio de torneo dubitativo, algo enfermo, según reconoció, y volvió a exhibir un gran tenis, como en la ronda previa contra el griego Stefanos Tsitsipas.
El serbio demostró calidad en los momentos clave del partido, mayor experiencia que su rival, que le tuvo contra las cuerdas en el juego de desempate del primer set.
Pero no remató y dejar pasar las oportunidades es una actitud suicida contra Djokovic.
La igualdad fue total en el primer set, en el que los dos tenistas sostuvieron bien su servicio, sin conceder bolas de rotura, lo que abocó el parcial a un juego de desempate.
Conscientes de la importancia que tenía apuntarse el primer set, los dos jugadores elevaron el nivel de su tenis para regalar al público un excelente momento de tenis.
El búlgaro llegó a colocarse 5-3 arriba e incluso 5-4 y dos saques a su favor. Pero en ese momento, tras un gran intercambio de golpes, cuando parecía que había logrado sacar de la pista al serbio, lanzó fuera una volea de derecha que parecía iba a darle la primera bola de set.
El error le afectó a la moral y ya no sumó más puntos en el parcial.
La resistencia de Dimitrov, que no jugaba las semifinales de un Másters 1.000 desde las de Montercarlo del año pasado, fue flaqueando, mientras que Djokovic mantuvo su habitual nivel alto, sin dar concesiones al rival.
La oportunidad había pasado para el búlgaro, que parecía lamentar no haberla aprovechado y que cedió su servicio en el cuarto juego del segundo set por vez primera en el partido. Una desventaja que no pudo remontar hasta el final del duelo.
EFE